El Estreno de Denisse

Hay tipos que viajan debido a su trabajo, conocen lugares, gente y viven aventuras que otros solo sueñan. Yo soy uno de esos tipos y este es mi relato.

Desempeño uno de esos trabajos en los que viajar es cosa de todos los dias, visito oficinas para dar soporte y mantener sistemas funcionando. En mitad de uno de esos viajes me contacta el centro de mensajes y desvía mi ruta a una ciudad pequeña, campirana, de esas en la que la mayor parte de la población se conoce entre si. Al llegar al lugar ya pasaban las diez de la noche, de inmediato busqué hospedaje, nada fácil pues debido a la poca actividad turística solo existían un par de casas de asistencia y un pequeño hotel familiar atendido por una señora mayor, su viejo esposo y una empleada, decidí hospedarme en este lugar.

Al llegar, seguramente por lo cansado del viaje, no me percaté de la belleza natural de la chiquilla que atendía a los huéspedes, ella poseía un aire de inocencia, grandes ojos claros, cuerpo espigado y figura fina, piernas delgadas pero bien torneadas, un buen par de sentaderas aunque no tan agraciado el pecho ya que sus tetitas apenas y salían a relieve, esto lo descubrí al bajar al restaurante y pedir mi desayuno.


- Buenos dias, que desea para desayunar? . Me preguntó la chiquilla desviando su mirada de la mía con cierta timidéz.

- Un par de fritos, café y jugo de naranja - contesté - y no olvide una sonrisa al traerlos señorita ..... - deje una pausa esperando respuesta.

- Denisse - me contestó - me llamo Denisse y enseguida traigo su orden.

Le seguí con la mirada hasta que desapareció en la cocina, no había mas comensales en el lugar, estaba solo yo y mi excitación matutina al observarla retirarse, un cuerpecito como ese necesitaba yo, tenía que intentar tenerlo aunque sabía que mi corta visita me daba poco tiempo para la conquista.

En un momento me desayuné, pedí la cuenta con prisa y llegó muy atenta la linda Denisse....

- Son 45.50 - me dijo - los paga o se los cargo a su habitación - yo le examinaba de arriba a abajo, imaginando las delicias bajo su ropa, deseando que una corriente de aire levantara esa falda que cubría sus piernas o que se aproximara para rozar su cuerpo con mi brazo

- Aquí tiene - pagué justo y con propina - me debe la sonrisa del desayuno, no la trajo al servirme así que está en deuda - le sonreí con picardía y correspondió con un leve movimiento de sus labios - se la debo - continuó mi juego - quizá después - agregó.

Me retiré a atender mis pendientes aunque debo confesar que todo el tiempo imaginé a la chiquilla Denisse, por momentos perdía la concentración y aparecía su imagen caminando en el restaurante, la veía desnuda, con sus grandes ojos claros, un vientre cubierto con escaso vello y una cadera fina, sus pequeños pechos chispando esos pezones que se cubrían con los cabellos largos y rizados.

Denisse no medía mas de 1.70, tenía unos 18 años y por algún motivo despertaba en mi un deseo incontenible, me excitaba el solo pensar en ella y se notaba en mi ropa la erección que resultaba, tenía que tener cuidado que la gente que atendía no lo notara y me apenara la situación.

- Buenas noches - saludé a la vieja señora de la recepción al llegar al hotel
- Buenas noches - contestó ella mientras su viejo esposo me entregaba la llave de mi habitación y volvía a la mecedora de donde se había incorporado. Tomé las escaleras al segundo piso con dirección a mi cuarto mientras muy discretamente buscaba con la mirada a Denisse

- Donde estaba? - me pregunté - será que se retira y no se presenta hasta mañana? - volví a cuestionarme.

Casi por abrir mi habitación apareció Denisse que salía de un cuarto después de recogerlo, me quedé observándola, con la llave en el cerrojo de la puerta, mientras no se percataba de mi presencia

- Ahh,... me espantó - exclamó al verme llevándose una mano al pecho

- Tan feo estoy que le causo espanto? - le pregunté intentando hacer plática
- No, no es eso, es que no esperaba encontrar a nadie, todos los demás huespedes están la planta baja y no recordé que usted estaba aquí - me regaló una sonrisa y yo, torpemente, no atinaba a dar un giro a la chapa de la puerta para abrirla.

- Creo que esto está atorado - le dije - no puedo abrir la puerta o no se como hacerlo - terminé de comentar con nervios y la excitación que me producía su presencia.

- Dejeme ver si yo puedo - se acercó en mi auxilio - tengo que pasar de todas formas - continuó mientras abría la puerta y caminaba hacia el interior de la habitación - ve? , no he podido hacer su cuarto, estuve haciendo encargos todo el día y apenas me alcanzó el tiempo para tomar un baño y terminar aquí arriba - yo sonreía y la miraba - no le molesta si arreglo su habitación en este momento? - me preguntó.

- No, no me molesta ... - contesté haciendo una pausa - si a usted no le molesta que yo me duche mientras tanto - agregué y ella no contestó, se limitó a empezar con su trabajo.

Yo apuré una ducha, tomé unos pantaloncillos y una camiseta que había preparado al salir para cuando volviera de mi trabajo,.... y salí del baño al encuentro con Denisse.

- He terminado - me dijo - esta todo listo, menos el baño ..... pero eso no lo hago hoy, mañana empiezo mas temprano y lo dejo limpio - dijo con la intención de retirarse.

- No hagas eso, no te vayas todavía - dije mientras la tomaba del brazo, firme pero sin lastimar.

- No, es que .... porque me detiene?.. yo no puedo ... no soy así ... usted me confunde - titubeó al hablar mientras ya una erección asomaba levantando mis pantaloncillos

- No quiero que te vayas - volví a decir mientras le tomaba el otro brazo y, soltando el primero, le acaricié el cabello volteando su rostro directo al mío, ella levantaba su carita abriendo sus grandes ojos para encontrarse con mi mirada, acerqué mis labios a los suyos y le robé un beso superficial, rozando su naríz con la mía, tomando su cintura al bajar mi brazo, su cuerpo temblaba, su respiración se tornaba entrecortada y ella no atinaba que hacer con sus manos al sentirme cerca, se arreglaba el cabello, evadía mi mirada, pero no intentaba retirarse de mi, inclinó su cabeza mientras yo tomaba su cintura con las dos manos, recargó su frente en mi pecho y empezó timidamente a acariciarlo con delicadeza, no sabía como reaccionar ante mi arrebato ...

- No tengas miedo - le susurré al oido mientras la conducía a la orilla de la cama - eres muy hermosa, tienes unos lindos ojos y tu aroma es delicado y excitante - me senté sobre el colchón, en una esquina, y mi rostro quedó a la altura de sus pequeños pechos, con una mano desabotonaba su falda mientras con la otra mantenia sus piernas en medio de las mias haciendo que los muslos sobre sus rodillas sintieran mi hombría que se levantaba rígida, esperando ser complacida.

- No se que hacer... yo nunca .. - dijo, hablando en tono nervioso y entrecortado mientras yo había terminado de soltar su falda y acariciaba sus piernas c, tomé su barbilla con la otra mano y al bajarla lentamente desabotoné su blusa hasta el final, descubrí un sencillo sostén que cubría sus pechos y lo solté - tengo muy pocos pechos - susurró a mi oido mientras ocultaba su cara entre su cabello.

- Necesito tenerte, hacerte mía, deseo entrar en ti y que estalles conmigo mientras nos amamos - le dije mientras ya besaba sus pequeños pezones y mis manos volaron despojándola de su última prenda, ya mi camiseta estaba en el suelo a un lado de mis pantaloncillos que habían dejado al descubierto mi húmedo pene en plena erección.

Me incorporé y la cargué, acomodé su cuerpo sobre la cama mientras me observada con sus ojos bien abiertos, me acerqué a su cara y nos besamos rozando nuestros sexos, ella me recibió entre sus piernas que temblaban de excitación, la besé en el rostro, sus pequeñas orejas, su cuello..... volví a sus pechos y los engullí en mi boca, jugué con mi lengua en la punta de sus pezones y seguí hasta su cintura, llegué a su vientre y hundí mi lengua en él,.... ella gimió profundamente mientras yo levantaba su cadera y la forzaba contra mi cara deseando que toda mi lengua se perdiera en su pequeña y dulce gruta ...

Levanté sus piernas y acaricié su ano y vagina de abajo a arriba con mi lengua, ella contorsionaba su cuerpo y tomaba mi cabello presionando mi cabeza hacia su vientre, gemía y se quejaba arqueando su cuerpo, buscando que esos pequeños pechos brotaran hasta su máximo esplendor.
En un instante recorrí con besos sus piernas hasta su rostro, la besé una y otra vez hasta que su cuerpo me pertenecía, acarició con sus manos inexpertas mi pene, tocó sus alrededores y se aferraba a mi cuerpo hundiendo su cabeza en mi hombro, sentí lagrimas en sus ojos y un jadeo que respondía a la excitación que sentíamos en ese momento.

- Estas lista? - le pregunté al oído faltándome el aliento, ella asintió con la cabeza oculta en mi cuello y dijo en voz muy baja - soy tuya,... tómame ....

Enfilé mi pene entre sus piernas, la tomé de la cintura y entré lenta pero firmemente en su cuerpo, al llegar a la mitad del camino ella se aferró con sus uñas a mi espalda y dejó escapar un quejido largo y grave mientras su rostro se desencajaba en un gesto de placer y dolor mirando hacia atras empujada por su arqueado pecho ....de sus ojos cerrados con fuerza nacían lágrimas que se escurrían en sus mejillas .... no podía mas y arremetí de un golpe en ella, perdí mi miembro en el suyo y nos fundimos en una sinfonía de placer entre quejidos y frases que nos incitaban a seguir amándonos.

La llevé de la mano a que conociera todo el placer que podía dar y sentir, la penetré en mas de una posición, levante sus piernas, la sentí húmeda y entregada, estaba en mis manos, fué mia y la hice cumplir mis antojos sexuales, la incliné, separé sus piernas y nuevamente ataqué su vientre, torné su cuerpo hasta entrelazar nuestras piernas y la conduje a un orgasmo que la hizo convulsionar , sentí como se estremecía y hundía sus uñas en mi cuerpo, eso ocasionó un largo y placentero orgasmo en mi, vacié mi deseo por ella inundándola totalmente, mi semen invadía sus entrañas en chorros calientes mientras mi pene eyaculaba triunfante, manteniendose en alto durante su danza sexual.

Caimos rendidos y perdimos la noción del tiempo .... al despertar solo estaban sobre la cama los rastros de la primera noche de amor de Denisse y mi cuerpo relajado y satisfecho.

Preparé mis cosas para retirarme del pueblo, bajé a pedir mi cuenta y a desayunar .... en ambas cosas me atendió la vieja mujer de la recepción - donde estaba mi bella Denisse ? - me pregunté - quería verla para despedirme y besarla una última vez.

Despues de desayunar procedí a retirarme, busqué mi auto y lo encaminé a la salida del hotel, no quería irme sin verla nuevamente pero todo indicaba que así sería.

Al llegar al arroyo de la calle una figurita me abordó repentinamente por la ventana de la puerta del auto - Denisse !!! - exclamé con gusto - porque me dejaste solo .... - le pregunté sin pensarlo.

- Esto te lo debo - me dijo mientras sonreía y me daba un beso apasionado - despertaste algo en mi que no conocía, empezaste una historia ... espero que vuelvas para seguir escribiéndola ...
Fueron sus palabras mientras se alejaba hasta perderse en el interior del hotel.

Claro que volveré ... - pensé para mi mismo - no soy hombre que deje historias a medias .... y me retiré conduciendo con rumbo a casa.


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